O, al menos, esa fue la impresión que me llevé de la ciudad: una fotografía en BW con mucho grano.
2015, Enero
Primer día en Manhattan: Central Station
Atravesamos el impresionante hall de ese lugar que hemos visto en cantidad de películas, el mural de la bóveda con las constelaciones del zodíaco, el impresionante reloj... Y andando, andando, llegamos hasta la pizarra donde se anotaba la llegada de los trenes con tiza; y no sólo eso, sino que además sorprendemos a un limpiabotas en plena faena.
Merece la pena dar una vuelta por las rampas que bajan hacia la zona comercial, restaurantes, etc., y detenerse un momento sólo para mirar hacia arriba.
Y ya saliendo, en la fachada principal, si se vuelve la vista hacia atrás, nos encontramos con una de las águilas de alas extendidas que parece querer venirse con nosotros al siguiente destino...